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Foto del escritorSpanish Exeter

Qué debo hacer para mejorar mi español: nivel principiante, intermedio y avanzado.

Aprender español implica una serie de dificultades que no solamente tienen que ver con la gramática o el vocabulario, si no que van más allá de los puros aspectos lingüísticos. Hablaremos de las dificultades que entraña aprender español en sus diferentes etapas (principiante – intermedio y avanzado) y qué estrategias utilizar para reconocer y superar estos contratiempos.

En cada etapa del aprendizaje (adquisición) del español nos encontramos con unos problemas que tendremos que solucionar si queremos seguir progresando en nuestra práctica. Vamos a clasificar estos aspectos por nivel de importancia para cada etapa. Es importante remarcar que sin la superación de las dificultades de un nivel inferior es extremadamente complicado poder acceder al siguiente nivel con garantías de éxito.

Diagrama 1: Dificultades a superar en los diferentes niveles de aprendizaje del español.


A - Nivel principiante.

1. Elevado tiempo de práctica: Debes saber, desde el primer minuto que decides aprender español, que es necesario dedicarle mucho, muchísimo, tiempo para poder aprender y mejorar en una progresión continua y estable.


Según Félix C. P. en su publicación “El lenguaje verbal del niño (1999)”, un niño necesita entre sus 2 y 3 primeros años de vida para manejar un vocabulario de aproximadamente 1200 - 1500 palabras. Si hacemos un cálculo rápido, y teniendo en cuenta que el niño estuviera despierto, de media, unas 12 horas al día, el número total de horas de exposición al idioma (práctica) es de ¡13140 horas!

Diagrama 2: Adquisición del lenguaje materno. Relación edad y número de palabras.


¿Quiere decir esto que tú, como adulto, necesitas estar este mismo número de horas para solamente aprender 1500 palabras? Definitivamente no. Ahora, este hecho simplemente demuestra que si queremos aprender español, y progresar, debemos estar dispuestos a dedicarle tiempo, mucho tiempo.


2. Superar la vergüenza: Hablar e interactuar utilizando otro idioma que no es el nuestro supone ciertos niveles de vergüenza. Esto es así porque el español, a diferencia de tu idioma materno, tiene sonidos diferentes, pronunciaciones complicadas, conceptos extraños, aspectos culturales completamente diferentes y un largo etcétera.


Conocer que esto existe es mucho más importante que saber las conjugaciones, las preposiciones o los verbos irregulares. Al menos, en esta primera etapa. ¿Por qué? Simplemente porque si no admites que aprender otro idioma supone exponerte a situaciones incómodas, inusuales y, en muchas ocasiones, realmente embarazosas, no importa cuánto español hayas aprendido, no vas a poder ponerlo en práctica o utilizarlo.

La superación de esta dificultad comienza por su reconocimiento. Después, en cada interacción en español, no importa si el resultado final es plenamente satisfactorio, o un desastre, debemos quitarle hierro al asunto y asumir que es parte del proceso de aprendizaje. Siempre recomiendo a mis estudiantes reírse de la situación, de uno mismo, antes que pensar: “¡Qué mal, no sé español!”, “No soy bueno con el idioma” o “Nunca voy a mejorar mi español”.


B. Nivel intermedio.

1. Incomodidad en conversaciones. Muchos de nosotros hemos experimentado esta sensación cuando se trata de enfrentarse a la realidad del idioma. Estamos dentro de un grupo que habla español pero nos es realmente complicado comprender qué pasa, qué se comenta y, mucho más aún, poder participar activamente en la conversación.


Acostumbrarse a estas conversaciones, y al ritmo real de los nativos cuando hablamos, requiere una exposición continua y un tiempo de adaptación determinado. Aunque te encuentres en situaciones en las que pienses que no comprendes nada, que estás perdiendo el tiempo o que deberías abandonar, pregúntate: ¿verdaderamente quiero mejorar mi español y poder participar en una conversación de este tipo?


Si la respuesta es sí; perfecto. Solamente necesitas más exposición y cada vez estarás más cerca de alcanzar tu objetivo. Si la respuesta es no, entonces tendrás que asumir que, aun sabiendo mucho vocabulario y, muy posiblemente, gramática del español, es difícil que puedas mejorar y pasar al siguiente nivel. No hay nada malo en ninguna de las dos opciones. Solamente es importante conocer nuestros objetivos,y qué hacemos para conseguirlos, antes de llegar a situaciones de gran frustración por falta de concordancia entre nuestras metas y los pasos para que damos para alcanzarlas.


2.- La gente no quiere hablar conmigo. Incluso estando rodeados de nativos, es común experimentar una falta de interacción con otras personas del grupo. Esto puede ser frustrante ya que, aunque nosotros estemos muy interesados en practicar y mejorar nuestro español, en muchas ocasiones la interacción no dura más de 1 o 2 minutos.


Primeramente debemos aceptar que hablar con una persona que no habla fluidamente el idioma no es fácil. Requiere un nivel de esfuerzo extra por parte del nativo que muchas veces no están dispuestos a hacer. En segundo lugar, la conversación que podemos seguir en español es una conversación sin mucha profundidad temática, sin gran precisión y con gran número de tópicos, lo cual puede generar desinterés en nuestro interlocutor.

La solución para superar estas adversidades es, en primer lugar, saber que esto va a suceder y asumirlo como parte del arduo proceso de mejora. En segundo lugar, utilizar estructuras claras, con comentarios escuetos, sin mucho detalle, y aportando la información principal. Si somos capaces de hacer esto, el interlocutor se sentirá más cómodo y aumentarán nuestras posibilidades de continuar la conversación por más tiempo.


C. Nivel avanzado.

1. – Chistes, bromas, dichos y refranes. Una vez somos capaces de comprender a nativos en conversaciones, interactuar de manera cómoda y fluida e, incluso, vivir y trabajar en un país de habla española, la dificultad que nos encontramos tiene que ver con estos matices tan concretos del idioma.


Comprender chistes y bromas, sin ser explicados y que nos hagan reír, es una tarea complicada y, bajo mi experiencia, no del todo 100% accesible cuando no se es nativo. Piensa que el humor es una combinación de cuestiones históricas, culturales y doble sentido de palabras. Más aún, interviene el conocimiento de personajes famosos del país, o región, costumbres, rivalidades entre pueblos y, nuevamente, un sinfín de otras posibles variables. La solución: escucha, intenta comprender y pregunta, siempre que no hayas entendido el porqué. No es posible comprender todas las bromas y chistes, pero si comienzas a comprender el tipo de humor que se utiliza en la zona en la que te encuentras, estarás más cerca de poder pillarlo.

Los dichos populares y refranes son otra de las complicaciones a las que nos enfrentamos. Sin embargo, estos suelen tener rasgos comunes con los de nuestro propio idioma. Solamente en algunas ocasiones son una traducción literal. Intenta conocer bien en qué situaciones se utilizan y, siempre que puedas, ponlos en práctica para ver si estabas en lo correcto. Solo viendo la reacción de los otros sabrás si lo has utilizado correctamente.


2. Perfección. Este objetivo suele ser buscado por muchas personas en las diferentes etapas. Si bien es fantástico tener unos objetivos claros y ambiciosos, la búsqueda de la perfección hablando español puede acabar en grandes frustraciones, aún cuando el nivel de la persona es cuestión sea excelente.


Uno de los puntos que nos puede hacer parecer “más nativos” es mejorar las cuestiones de la pronunciación. Ejemplo: pronunciar las vocales correctamente puede hacer que tu acento parezca de un español muy neutro. Imitar expresiones, comentarios, chascarrillos de los nativos, es una buena forma de pulir tus habilidades hablando español.


Respecto al hecho de tratar de ser perfecto con el español tengo mi propia visión del asunto. Teniendo en cuenta que hay 21 países que tienen el español como lengua oficial, me resulta una tarea utópica el hecho de querer conocer todas las palabras de todos estos países. Por eso, no te pongas presión a ti mismo y disfruta de lo que sabes y has aprendido hasta el momento. Pon en práctica tu español siempre que puedas y no pierdas la oportunidad de aprender cosas nuevas cuando aparezca la oportunidad. Olvídate de la perfección y, sin duda, tu español cada día será mejor, sin ni siquiera darte cuenta.


Como idea general de esta entrada comentar que si te encuentras en un nivel de aprendizaje del español intermedio, o superior, y crees que algunos aspectos de los niveles anteriores no han sido superados, es hora de agarrar al toro por los cuernos y hacer todo lo posible por mejorar, y superar, estos lastres que te impiden avanzar como te gustaría. ¡Nunca es tarde si la dicha es buena!

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